DE LA CRISIS A LA CONTINUIDAD: Valoración de obligaciones y Reestructuración financiera

La quiebra (o insolvencia) empresarial no ocurre de forma abrupta, sino que es el resultado de problemas financieros que se desarrollan con el tiempo. Estos problemas se reflejan en indicadores como la liquidez, siendo este un aspecto crítico. Las empresas en dificultades a menudo enfrentan un déficit de liquidez, lo que significa que no pueden cumplir con sus deudas a corto y largo plazo de manera oportuna.

Esto puede derivarse de una estructura de capital desequilibrada, donde el endeudamiento no está adecuadamente estructurado para pago con los recursos propios de la empresa. Asimismo, la disminución de ingresos debido a una menor demanda, cambios en el mercado o competencia puede contribuir significativamente a la situación de quiebra.

Los costos operativos también tienen un impacto considerable. Las ineficiencias operativas, baja productividad y altos costos pueden reducir la rentabilidad de la empresa, afectando su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras. Factores externos como recesiones económicas, fluctuaciones en tipos de cambio o tasas de interés, y cambios gubernamentales pueden afectar negativamente la estabilidad financiera de una empresa.

Cuando una empresa se enfrenta a la insolvencia, es esencial evaluar detalladamente sus obligaciones con los acreedores. Para esto, se emplea el concepto de «valor presente» , que consiste en descontar los flujos de efectivo futuros de la empresa a su valor actual, utilizando una tasa de descuento que refleje el riesgo asociado. Otros métodos de valoración incluyen la valoración basada en mercado, el análisis de empresas comparables y la valoración de liquidación, que estima el valor de los activos en un mercado secundario.

Es importante también considerar las diferentes clases de acreedores y su prioridad en el pago durante la insolvencia, clasificándose en laborales, impuestos, deuda garantizada y no garantizada. Estas categorias pueden cambiar en función de la legislación de cada país.

Antes de llegar a la quiebra, existen alternativas como la Reestructuración Financiera Integral. Este enfoque incluye la negociación privada y concursal con acreedores, estrategias de continuidad operativa y estrategias de liquidez como la venta de activos. Estas opciones buscan evitar la situación concursal y permitir la continuidad de operaciones de manera no traumática.