¿Qué es el Turnaround?

El Turnaround emerge como una disciplina crucial en los ámbitos de la Administración y el Gobierno Corporativo, abordando las raíces de las crisis empresariales y delineando cambios necesarios para enmendar las circunstancias que las desencadenaron.

Esta práctica, orientada hacia un horizonte de corto plazo, propicia una reversión de tendencia en los indicadores financieros para empresas que han atravesado resultados deficientes durante un lapso prolongado. Para instaurar dicho cambio, una empresa debe reconocer y diagnosticar sus «pain points«, considerar cambios en su administración y gobierno corporativo, y concebir e implementar un plan de acción enfocado en resolver los temas subyacentes a la crisis. En ocasiones, la liquidación de la empresa puede perfilarse como la estrategia óptima en lugar de intentar revertir las pérdidas. Las señales de alerta que caracterizan a una empresa en crisis abarcán ingresos insuficientes para cubrir costos, la imposibilidad de satisfacer a los acreedores, reducciones de personal, disminuciones salariales para los empleados, y un marcado declive en el valor de sus acciones. La mala gestión y/o cambios en el entorno social, tecnológico y competitivo pueden haber provocado que los productos o servicios ofrecidos por la empresa sean percibidos como insatisfactorios por los consumidores. En este contexto, un inversionista astuto puede capitalizar un cambio de tendencia si anticipa con precisión la mejora de una empresa con bajo rendimiento.

Un cambio de tendencia denota el desplazamiento constante y positivo experimentado tras un periodo sustancial de decrecimiento en el rendimiento. Estos cambios pueden manifestarse en un negocio específico, en la economía a gran escala, en un mercado particular, o en la situación financiera de un individuo.

CATALIZADORES DEL CAMBIO DE TENDENCIA

Los cambios rara vez surgen espontáneamente; más bien, son frecuentemente el fruto de esfuerzos intencionales o modificaciones en las prácticas de trabajo.

Internamente, estos cambios pueden incluir actualizaciones en los procesos de fabricación, modificaciones en las estrategias de gestión, o recortes significativos en determinadas categorías de gastos.

Los cambios también pueden ser instigados por fuerzas externas, como nuevas regulaciones que conllevan mayores ganancias para una empresa, o la disminución inesperada de los costos de materias primas, como los precios del combustible.

SITUACIONES DE CAMBIO

A nivel personal, una persona que enfrenta un prolongado período de desempleo acompañado de dificultades financieras, puede experimentar un cambio al obtener un nuevo empleo que asegure una fuente estable de ingresos.

Una empresa puede concluir que ha ocurrido un cambio de tendencia cuando las modificaciones en su modelo de negocio generan ganancias en lugar de pérdidas como las experimentadas anteriormente.

El impacto de una estrategia de Turnaround exitosa se relaciona con incrementos notables en las ventas o reducciones significativas en los gastos.

Las economías que atraviesan una recesión experimentan una transformación radical al comenzar a registrar un nuevo período de crecimiento económico y ganancias financieras. Sectores específicos, como la industria automotriz, también pueden experimentar un cambio si una tendencia a la baja es seguida por una reversión de esa tendencia.

EJEMPLO ILUSTRATIVO

En el sector automotriz, General Motors brinda un ejemplo destacado de una empresa que ha experimentado un cambio radical. A finales de la década de 2000, la industria automotriz enfrentó tiempos adversos. Las ventas en declive, que culminaron en la crisis financiera de 2008, seguidas por un entorno crediticio más riguroso para las ventas de automóviles, fueron dos factores que mermaron significativamente los ingresos y ganancias de los fabricantes de automóviles estadounidenses. En 2009, General Motors se declaró en bancarrota como consecuencia de esta crisis, y sus acciones fueron suspendidas de la negociación.

Sin embargo, los rescates financieros y la reestructuración tras la bancarrota asistieron a la empresa en la restauración de su producción y ventas. En 2010, después de una reorganización completa, las acciones de GM volvieron a cotizarse, acompañadas de una revitalización en su producción y ventas.