Casos de Insolvencias (II): Latam Airlines

Razones de la insolvencia

LATAM Airlines Group se acogió al Capítulo 11 debido a una combinación de factores. El más determinante fue el colapso de la demanda provocado por la pandemia de COVID-19, que redujo drásticamente su operación y generó una pérdida de ingresos cercana al 95% en muy poco tiempo.

La empresa ya arrastraba altos niveles de endeudamiento y una estructura de costos elevada producto de su crecimiento previo, especialmente tras la fusión LAN-TAM. La falta de un rescate financiero inmediato por parte de los gobiernos donde operaba agravó la situación, obligándola a recurrir a financiamiento de emergencia.

A pesar de implementar despidos y suspensiones de vuelos, la compañía no logró equilibrar sus finanzas en el corto plazo, lo que la llevó a buscar protección judicial para reestructurar su deuda y garantizar la continuidad operativa.

Petición de Chapter 11

El 26 de mayo de 2020, LATAM Airlines y varias de sus filiales se acogieron voluntariamente al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, presentando su caso en el Tribunal de Bancarrotas del Distrito Sur de Nueva York. El proceso se centró en la reorganización de sus negocios en Chile, Perú, Colombia, Ecuador y Estados Unidos. La filial de Brasil se unió al proceso semanas después, mientras que LATAM Argentina cesó operaciones fuera del procedimiento.

Desde el inicio del proceso, LATAM obtuvo financiamiento DIP (deudor en posesión) por un total de aproximadamente 2.450 millones de dólares, que incluyó aportes de sus principales accionistas y fondos de inversión internacionales. Estos recursos fueron fundamentales para mantener las operaciones esenciales, pagar salarios, cubrir costos operativos y sostener su red aérea reducida mientras desarrollaba un plan de reestructuración.

Propuesta de reestructuración

Durante el proceso, LATAM propuso una reorganización financiera integral. El plan contemplaba una inyección de capital y deuda nueva por unos 8.000 millones de dólares, junto con la reestructuración de su deuda existente mediante conversiones a capital y emisión de bonos convertibles.

La propuesta fue diseñada en conjunto con sus principales acreedores y accionistas estratégicos, incluyendo Delta Air Lines, Qatar Airways y la familia Cueto. Los acreedores no garantizados tuvieron la opción de convertirse en accionistas, lo que facilitó el respaldo mayoritario necesario para aprobar el plan.

En cuanto al empleo, la empresa redujo su dotación en cerca de un 30%, ajustando su estructura al nuevo contexto. Sin embargo, priorizó la continuidad operativa y retuvo a unos 30.000 trabajadores. También renegoció contratos de arrendamiento y devolvió aeronaves no esenciales para reducir costos.

LATAM mantuvo una operación limitada pero constante durante todo el proceso, enfocada principalmente en vuelos de carga y rutas esenciales. Esto permitió preservar su red y estar preparada para escalar operaciones a medida que se levantaban las restricciones.

Lea el caso de la reestructuración bajo Chapter 11 de TGI Fridays en https://concordiasimple.com/reestructuracion-de-tgi-fridays-bajo-chapter-11/

Salida del proceso

El plan de reorganización fue aprobado por el tribunal estadounidense en junio de 2022, y la empresa emergió formalmente del Capítulo 11 el 3 de noviembre del mismo año, tras completar los pasos necesarios ante la autoridad reguladora y sus accionistas en Chile.

La salida del proceso dejó a LATAM con una estructura de capital más sólida: redujo su deuda en más de 3.600 millones de dólares (alrededor de un 35% de su endeudamiento anterior) y reforzó su liquidez con más de 2.200 millones de dólares disponibles.

A nivel accionario, se integraron nuevos inversionistas institucionales (fondos como Sixth Street y Strategic Value Partners), mientras que los accionistas históricos mantuvieron una participación relevante. Se reestructuró también el directorio para reflejar la nueva composición.

En cuanto a su red operativa, LATAM retomó progresivamente rutas y destinos, alcanzando hacia finales de 2022 cerca del 85% de su capacidad pre-pandemia. La compañía también fortaleció su alianza con Delta Air Lines mediante un acuerdo de joint venture que cubre las rutas entre Sudamérica y Norteamérica.

En resumen, LATAM Airlines logró un proceso exitoso de reorganización bajo la jurisdicción de Estados Unidos, preservando sus operaciones principales, reduciendo su deuda significativamente, recapitalizándose y alineando a nuevos socios estratégicos. Este proceso le permitió adaptarse al nuevo entorno de la industria aérea y posicionarse para un crecimiento sostenible post-pandemia.

Mauricio Castro | Concordia Investments

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